La espiritualidad se combina con el fervor popular de los que participan en procesiones y misas, pero también se mezclan los sabores.
En esta época, las comidas populares que predominan son las cocinadas a base de marisco, como las tortillitas de bacalao, pero también se destacan los dulces, entre ellos el dulce de yuca, dulce de papaya verde, el bond con queso amarillo, cocada con pepita de marañón, dulce de marañón, entre otros.
Muchos de estos platos forman parte de una gran tradición en las familias panameños, quienes degustan de estas exquisiteces el viernes santo.
Hay que tener en cuenta que durante esta semana se debe guardar respeto por los actos religiosos que se celebren como las procesiones, misas y vigilias nocturnas.