Antes de iniciar el reto de la limpieza, los residentes de las comunidades, los estudiantes y maestros (si es en un colegio) se comprometen a seguir una serie de instrucciones que le impone la fundación.
Para cerciorase que cada una de las normas sean cumplidas, hay personal que asiste cada cierto tiempo al lugar para observar que todo esté en orden.
Si las personas tienen el área limpia y en buen estado, son recompensadas con la entrega de una bandera que poco a poco será llenada con cuatro estrellas que significa que el sitio se encuentra totalmente limpio y que las personas tienen un buen nivel de educación ambiental.