
Aprenden a nadar con ellos.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Aprenden a nadar con ellos.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Aprenden a nadar con ellos.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Nosotros debemos ofrecer diversos cursos, por lo que el trabajo es más exigente y debemos estar todo el día trabajando y el salario sigue igual”.
Tomás Cedeño
“Todos los días trabajamos con químicos y nos exponemos al sol, por lo que podemos padecer de cáncer de piel de manera fácil y no valoran lo que hacemos”.
Jonathan Lombardo
Aprenden a nadar con ellos.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Nosotros debemos ofrecer diversos cursos, por lo que el trabajo es más exigente y debemos estar todo el día trabajando y el salario sigue igual”.
Tomás Cedeño
“Todos los días trabajamos con químicos y nos exponemos al sol, por lo que podemos padecer de cáncer de piel de manera fácil y no valoran lo que hacemos”.
Jonathan Lombardo
Aprenden a nadar con ellos.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Nosotros debemos ofrecer diversos cursos, por lo que el trabajo es más exigente y debemos estar todo el día trabajando y el salario sigue igual”.
Tomás Cedeño
“Todos los días trabajamos con químicos y nos exponemos al sol, por lo que podemos padecer de cáncer de piel de manera fácil y no valoran lo que hacemos”.
Jonathan Lombardo
Aprenden a nadar con ellos.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Nosotros debemos ofrecer diversos cursos, por lo que el trabajo es más exigente y debemos estar todo el día trabajando y el salario sigue igual”.
Tomás Cedeño
“Todos los días trabajamos con químicos y nos exponemos al sol, por lo que podemos padecer de cáncer de piel de manera fácil y no valoran lo que hacemos”.
Jonathan Lombardo
Aprenden a nadar con ellos.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Nosotros debemos ofrecer diversos cursos, por lo que el trabajo es más exigente y debemos estar todo el día trabajando y el salario sigue igual”.
Tomás Cedeño
“Todos los días trabajamos con químicos y nos exponemos al sol, por lo que podemos padecer de cáncer de piel de manera fácil y no valoran lo que hacemos”.
Jonathan Lombardo
Ariel López, desde pequeño se interesó por nadar en quebradas, playas y ríos, razón por la cual hace cinco años quiso ser guardavidas para ayudar a las personas; esta profesión es la única forma de sustento que tiene él y su familia, teniendo un salario de apenas $375 mensual, cuando el sacrificio y la responsabilidad es bastante alta, porque si alguien fallece podrían pagar con cárcel.
Los guardavidas consideran que no tienen beneficios y se exponen a enfermedades al tratar constantemente con químicos. Aunque hubo un borrador para modificar la Ley 19 de 5 de junio, sobre salvamento acuático, no se logró nada.