Atrapados por la sedidia
Aunque hay muchos edificios multifamiliares, no faltan las veteranas barracas donde la madera vieja soporta aún el peso humano.

Didier Hernán Gil | DIAaDIA

Tiene un panorama aterrador, pero allí existen personas que luchan por sobrevivir. Esa es calle M, en Calidonia.

Al entrar allí cualquier cosa se puede observar, especialmente una mezcla de piedreros y borrachines que han tomado esta vía como guarida para descansar.

EL CUERPO DEL DELITO

Y es que a pocos metros de distancia hay cinco cantinas que no cesan de atender a una clientela que celebra con alcohol, y otros que aún no levantan cabeza de la juma, tirados en la calle, siendo la burla y la comidilla de los chiquillos del barrio.

¡SALVESE QUIEN PUEDA!

Como si fuera poco, en calle M las aguas negras, el reguero de la basura y los malos olores en la aceras no podían faltar. Algunos de sus moradores han llegado al extremo de decir que este problema no lo arregla nadie.

Irónicamente, hay fondas que ofrecen sus platos al aire, a pesar de que cerca o debajo del local pasa la corriente de aguas negras.

GENTE OPTIMISTA

En medio de este espectáculo está el club de dominó "Los Caballeros", donde diariamente se congregan más de 30 jubilados de la fenecida Comisión del Canal. Además, están panameños emprendedores como el señor Aristides Hidalgo, quien administra su lavandería y vende el famoso picante casero "El Maestro".

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