Ayer, cientos de católicos asistieron a distintas iglesias, para participar en una de las ceremonias más sagradas de la Semana Mayor. Se trata del lavado de los pies de Jesús.

Este sacramento le permite a uno tener un encuentro con el Señor. También sirve como recordatorio constante de que uno debe tener amor, santidad, humildad, perdón y servicio.

En la Iglesia Divina Misericordia, le tocó al padre David Cosca representar el acto de humildad de Jesús, cuando lavó los pies de los 12 apóstoles en Jerusalén, hace casi 2 mil años.

UN HOMBRE DE FE

Miguel González tiene 12 años de realizar el papel de Jesús en la Pasión de Cristo, obra que se realiza todos los años en la Basílica Don Bosco.

Para este joven, encarnar a Jesús es un orgullo, incluso, los niños lo llaman así en vez de su nombre propio, pero Miguel confesó que no se siente digno de ese papel, pues considera que no hay nadie que se compare al Hijo de Dios.

Cada año, las anécdotas son distintas. Miguel recuerda una vez que estaba en la cruz y se cortó la mano con el clavo, la sangre brotaba y al decir: "Padre, perdónalos que no saben lo que hacen", se desmayó.

La escena fue tan real, que las personas pensaban que era parte de la actuación, comentó el joven.

Aunque Miguel ya tiene más de una década de hacer este papel, aún siente temor cada vez que sale a escena, pues no sabe qué puede pasar.

Y así, su madre también teme, ya que en los 12 años que tiene Miguel de actuar en la Pasión de Cristo, su mamá nunca lo ha ido a ver, porque no soportaría ver a su hijo sufrir.

Miguel confesó a DIAaDIA que este año será la última actuación, ya que permitirá que otros jóvenes tengan este mismo privilegio.

MENSAJE

"Estos días son para reflexionar, que no se conviertan en días de paseo", exhortó monseñor José Dimas Cedeño al pueblo panameño.