Vil asesinato


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La familia Ríos está muy triste. Él trabajó desde los 17 años para mantener a su hijo.

Foto: ROBERTO BARRIOS/ ALEXANDER SANTAMAR?

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    La familia Ríos está muy triste. Él trabajó desde los 17 años para mantener a su hijo.

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    Por este homicidio hay tres detenidos.

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    La familia Ríos está muy triste. Él trabajó desde los 17 años para mantener a su hijo.

    Foto: ROBERTO BARRIOS/ ALEXANDER SANTAMARÍA

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    Por este homicidio hay tres detenidos.

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    La familia Ríos está muy triste. Él trabajó desde los 17 años para mantener a su hijo.

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    Por este homicidio hay tres detenidos.

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Carolina Sánchez P. - DIAaDIA

Dejó un niño en la orfandad. Pablo Ríos Rivera, de 18 años, viajaba a eso de las 6:30 p.m. en un bus de la ruta de Torrijos Carter rumbo a su casa, ubicada en Calle La Esperanza en Roberto Durán, cuando delincuentes armados, le propinaron una puñalada en el lado derecho del pecho, para robarle su teléfono BlackBerry.

Pablo fue trasladado al Centro de Salud de San Isidro, pero la herida fue mortal, pues cuando llegaron sus padres y sus hermanos ya había fallecido.

Una de sus hermanas manifestó que el joven salió del trabajo, fue a hacer un mandado y cuando iba por el sector de El Cucuy en Cerro Batea fue atacado por los maleantes.

Cabizbaja y con su hijo en los brazos estaba la esposa, quien en su rostro reflejaba el dolor que sentía por la muerte de su amado.

Pablo laboraba en un proyecto en construcción y unas de sus metas era comprar su casa para darle una mejor comodidad a su hijo de un año y a su esposa. “Siempre daba buenos consejos y era una persona alegre”, dijo una de las hermanas.

 
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