Los goles, ambos de cabeza, los convirtieron el holandés Jaap Stam en los descuentos del primer tiempo y el ucraniano Andriy Schevchenko a los 74 minutos.
Ambos tantos fueron producto de centros de Andrea Pirlo, en los que la defensa del Inter se vio muy mal ubicada.
En el clásico italiano, con sabor europeo, el Milan contó con un arquero extraordinario, el brasileño Dida, que evitó un par de goles en el primer tiempo, cuando el Inter fue más peligroso. En el conjunto interista pesó la ausencia de su artillero brasileño Adriano.
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