Si uno lo intenta lo puede lograr, porque nada es difícil en la vida. Esta es la frase inteligente de Julio César Henríquez, que durante trece largos años se ha dedicado a la buhonería en El Parador de la vía Tocumen.
Henríquez indicó que cuando inició en este negocio invirtió 15 balboas y sólo vendía toallitas y desodorantes para autos.
Más tarde empezó a aumentar las ventas de otros artículos, y hoy en día vende accesorios para celulares, lentes para el sol, paraguas, entre otros artículos.
Nos comenta Henríquez que este negocio le gusta porque siempre hay dinero para la comida, y que a raíz de que nunca encontraba un trabajo permanente, le surgió la idea de levantar este pequeño negocio.
"Empecé a vender en la década de los 90. En comparación con estos tiempos, aquellos años eran muy buenos, porque cuando estaban los gringos siempre había ventas", dijo
Henríquez manifestó que el gobierno debe darle la oportunidad al pobre por la grave situación que atraviesa el país, que muchos han optado por buscar el sustento en la venta de buhonería y algunos no consiguen los permisos.
Indicó que su esposa lo ayuda en los gastos del hogar y que se siente muy orgulloso porque ella es comprensible, cariñosa, y eso lo hace sentir muy bien.
ANHELO
El mayor deseo de Julio es tener algún día un kiosco para vender más mercancía.
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