No tiene queja de la vida pese a que todo el tiempo ha sido el cargador de leña de algunas personas, que cocinan en fogones, en la ciudad de Santiago.
Abraham González, de 80 años, ha logrado sostener a su familia con este trabajo y diariamente busca el sustento en compañía de su caballo Rocinante.
Abraham dijo que a su edad todavía tiene los verdaderos ánimos para buscar leña de puro nance y llevarla a los diferentes clientes, que utilizan este material para cocinar.
Según Abraham, la vida no le ha sido fácil para mantener a su esposa y dos hijos, incluso uno de ellos es discapacitado; a pesar de la adversidad, expresó que no tiene nada de qué lamentarse en la vida.
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