Pese a que Costa Rica abolió la pena de muerte en 1882, un 54% de sus ciudadanos se manifiesta a favor de que se reinstale esa medida con el fin de combatir la inseguridad, según una encuesta. El estudio señala que los ticos están dispuestos a tomar la ley por sus manos y piden a las autoridades establecer legislación más drástica contra el hampa.