Por su belleza, Santa Catalina es una de las playas favoritas de los amantes del surf. Enormes olas se levantan frente a este pueblo de playa, que todavía conserva la calidez de sus habitantes y de sus áreas naturales.
Allí encontramos a Oriel Ábrego, un joven emprendedor, de 28 años que creció en este lugar dedicándose a la pesca y a la agricultura. Sin embargo, su vida cambió al dedicarse a otras actividades que le han hecho recapacitar y aprender a respetar la Naturaleza y entender qué son y para qué sirven las Áreas Marinas Protegidas (AMP).
Oriel ahora es un microempresario que se dedica al Turismo en Santa Catalina y ofrece paseos en una lancha con capacidad para 12 personas y que tiene como destinos las islas de Cébaco, Santa Catalina y Gobernadora, entre otros paraísos naturales que imperan en la zona.
Desde hace más de 8 años Oriel dejó a un lado las redes y aprovecha al máximo cada conocimiento adquirido durante los seminarios, charlas y capacitaciones que la Fundación MarViva ha dictado en esta zona al grupo de jóvenes emprendedores que participan del Programa de Alternativas Productivas.
Oriel afirmó que no quiere volver a pescar, porque esto acaba con la fauna marina y hay que respetarla.
PROSPERIDAD
Oriel Ábrego se ha propuesto prosperar en su negocio el cual aprende a manejar gracias a la guía que le dio MarViva.