Parece mentira, pero algo tan sencillo como guardar los tembleques puede ayudar a que se conserven más.
Hay quienes prefieren doblar los pistilos y al momento de ponerse los tembleques los levantan; sin embargo, esto puede llegar a quebrarlos.
Se recomienda dejar los pistilos erguidos y colocarlos dentro de una caja que esté lo suficientemente alta para que no se doblen. Otra opción sería introducir los tembleques en hielo seco.