Amigo del agua

Dos años lleva Jonathan de dedicarse a esta profesión, pero de incursionar en la natación tiene 14 años. Él recordó que como su padre es uno de los mejores instructores de Panamá, César “Pope” Lombardo, lo metió con tan solo cuatro años al Club de los Merlines Negros, en el año de 1982, por lo que representó al país desde los seis hasta los 14 años.

Después de una larga vida de competencias en la natación, se inclinó por ser entrenador y guardavidas, rol que le inculcó su papá cuando era niño.

Este personaje se caracteriza por tener mucha paciencia, pues desea que cada uno de los que quieren aprender a nadar lo hagan perfectamente y le pierdan temor al agua, así podrán nadar como verdaderos peces.

Un trabajo sacrificado resulta ser guardavidas, porque mientras otros se divierten, le corresponde a Lombardo estar observando detenidamente a cada esquina, para que a nadie le ocurra nada malo. Aunque es una profesión no muy bien remunerada, él es feliz, porque cada día está en el agua compartiendo sus conocimientos.

Representando a Panamá logró medallas en: Costa Rica, Colombia, El Salvador, Honduras, Guatemala y entre otros torneos regionales que lo ubicaron como uno de los mejores.

Reside en Concepción, Juan Díaz, lugar de donde sale cada madrugada para estar en la piscina Alma Osorio, de Betania, por lo que todos los interesados en aprender a nadar pueden encontrarlo en ese sitio.

Aconseja a los niños y jóvenes a estudiar, pero si les encanta el deporte que lo practiquen también, pues con la natación se hacen amigos perdurables.