Se desprendieron de las armas. Supuestamente, nadie sabe cuántas personas murieron por algunas de esas armas, ni cómo llegaron a las manos de sus propietarios o intermediarios. Lo cierto es que hubo panameños que aún con permiso legal decidieron sacar las armas de sus casas.

Ayer inició el Programa Armas por Comida en el distrito de San Miguelito. Las filas para entregar armas y municiones eran interminables. Algunos propietarios e intermediarios de estas armas eran jóvenes, pero también muchas personas mayores, quienes le hicieron el favor a sus vecinos, amigos o familiares para canjear el arma por alimentos u otros enseres. Felipe Cano, de la Dirección Nacional de Gobiernos Locales, indicó que en menos de 7 horas se decomisaron 183 armas de todo tipo, 7 mil municiones vivas, 5 fusiles, 3 granadas de fragmentación peligrosa y 8 bombas de gases. Mientras que el mayor Mauricio Nelson, encargado de la Protección y Equipo de Seguridad de Policía Nacional, explicó que un gran porcentaje de estas armas están en buen estado, otras no, pero lo importante es deshacerse de ellas. Adelantó que estas armas pasan a manos de la Gobernación de Panamá y, posteriormente, se entregan al Ministerio de Gobierno y Justicia, quien determinará su uso o destrucción. El próximo intercambio de armas se tiene programado para el jueves 26 de mayo en Chiriquí, el 23 de junio en Colón, y en Panamá Oeste el 21 de julio.