La angustia y la desesperación de los transportistas guatemaltecos los llevó en horas del medio día de ayer a intentar con dos camiones pasar a la fuerza por la frontera de Paso Canoas, pese al paro que se mantenía en el área.
Álvaro Orellana aprovechó la oportunidad cuando la dirigencia panameña conversaba con las autoridades nacionales en busca de un punto de entendimiento para que cesara el problema en el sector fronterizo e introdujo su mula a fin de cruzar.
Pero los panameños se percataron de la hazaña del guatemalteco y procedieron a detenerlo; mientras unos le desconectaban las mangueras del furgón, a otro se le ocurrió darle un golpe en el ojo derecho.
Atrás de ella se enfilaba Edi Marriquín, también con el mismo fin, situación que de inmediato enardeció los ánimos.
El problema desencadenó en una acalorada discusión y reclamos, donde intervino la policía fronteriza panameña para calmar los ánimos y detuvo por tres horas a los dos conductores guatemaltecos para neutralizar la situación que estaba a punto de caer en un caos.
El hecho se dio frente a los ojos de Angelino Harris, director nacional de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre, quien es el presidente de la comisión especial asignada por el mandatario Martín Torrijos para solucionar el caos.
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