Recobrará su vida. La pequeña capilla de Santo Domingo de Guzmán, donde hoy está el Museo de Arte Religioso, será restaurada, para que forme parte del complejo monumental que incluye al Arco Chato y a la Compañía de Jesús.
Además de cambiar su techo, que está en mal estado, y restaurar sus paredes, se pretenden abrir las puertas y ventanas que hoy están selladas, para que sea uno de los accesos a la cafetería y a la venta de artesanías que estarán en las estructuras del convento.
Ariel Espino, director ejecutivo de la Oficina del Casco Antiguo, explicó que con esto esperan que el sitio se convierta en un centro turístico y cultural importante.
Probablemente, se tendrá que rehacer toda la museografía, tratándose de una colección de 220 piezas de arte religioso de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Para este año, esperan tener los planos y diseños de cómo se verá este museo y, para el próximo, comenzar con los trabajos. Por ahora, tenemos fondos prometidos de la misma empresa que nos ayudó con el Arco Chato, dijo Espino.
Noris de Álvarez, directora del museo, dijo que esto lo convertirá en un museo vivo y hasta puede ser un paso obligado de los turistas y nacionales, lo que sería una inyección económica adicional para el museo.
NECESIDADES
Las estructuras del museo están en pésimas condiciones, y hasta carecen de seguridad.
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