Cuando un matrimonio afronta dificultades, por lo general los hijos son muy afectados por esta situación.
Los niños, a menudo, se sienten culpables ante la separación de sus padres. Es primordial hacerles ver que independientemente de la decisión final que tomen (divorciarse o no), ellos siempre van a estar en primer lugar en sus vidas, explicó la doctora Olivia A. Sandoval Shaik, psicóloga clínico-hipnoterapeuta.
EFECTOS NEGATIVOS DEL DIVORCIO EN LOS NIñOS
Normalmente los niños pequeños (3-12 años, aproximadamente) pueden empezar a orinarse en la cama, chuparse el dedo, hacerse "pupú" en los pantalones, bajar las notas, volverse retraídos, o por otro lado, volverse indisciplinados en clases o en la casa.
LOS ADOLESCENTES TAMBIEN SE VEN AFECTADOS
Los adolescentes suelen ser más rebeldes, pueden volverse mentirosos, contestones, agresivos, desafiantes o atravesar una depresión. Otras veces, inclusive, pueden dejarse llevar por la presión de grupo y empezar a fumar, tomar licor o tener relaciones sexuales antes de tiempo.
RECOMENDACIONES
La psicóloga recomienda a los padres, una vez se hayan separado, evitar las discusiones frente al hijo, y no hablarle mal uno del otro, ya que esto le hace daño al niño, al estar en medio de una situación que no comprende y de la que no es culpable.
Realmente están equivocados los padres que piensan que les hacen un bien a sus hijos permaneciendo juntos, aunque no exista la relación de pareja o está tan deteriorada que la mayor parte del tiempo se la pasan peleando. En estos casos, lo mejor es una separación tranquila, en donde reine el respeto.