Son notables los puntitos amarillos entre la arena.
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
"Es la nueva fiebre del oro". En un sector de Villalobos, en el distrito capital, las personas tienen un trabajo en común: la extracción de oro.
Esto es un secreto a voces en la comunidad y, aunque DIAaDIA estuvo en el lugar, por petición de las personas que dependen de la actividad, se omite la ubicación exacta. Fueron unas tres horas las que se tuvo que caminar montaña adentro para llegar al sitio donde desde hace años, hombres y mujeres acampaban hasta por dos semanas a orillas del río donde empieza la faena.
Cada quien se ubica en el lugar donde le parezca mejor. Allí, en silencio, empiezan ya sea a cavar la montaña o, con la ayuda de una pala, a sacar arena del río, la que 'cuelan' en un plato especial.
La paciencia es la clave para sacarle provecho al recurso, que es muy bien pagado en el mercado, pues el gramo de oro está entre $37 y $ 40.
Los 'mineros' son muy recelosos con su trabajo, pero aseguraron que la actividad les permite mantener a sus familias, hay quienes con suerte sacan las buscadas 'pepitas', algunas han pesado hasta 13 gramos, lo que representa más de 400 dólares solo en una palada.
ARRIESGAN LA VIDA
Pero esta actividad también tiene sus riesgos, pues los mineros se enfrentan a los peligros de la montaña y prueba de ello fue lo que le ocurrió el pasado martes al señor Prudencio Delgado, de 61 años, quien quedó sepultado por un alud que cayó sobre él cuando cavaba la montaña.
Él era ya un veterano en la búsqueda de oro, y según sus compañeros de faena, tenía mucha suerte, pues en un minuto conseguía sus buenos gramos, pero también era muy arriesgado, ya que cavaba muchos metros la montaña quedando una especie de cueva y la tierra podía caer sobre él, tal como sucedió ese día.
"Esto se acabó pa' mí, mi familia me dijo que deje eso", aseguró uno de los mineros, quien estuvo presente el día que murió Delgado. Él y otros compañeros escucharon el estruendo de la tierra y corrieron a auxiliar a "El Tío", a quien ni siquiera se le veía el rostro.
Aún tristes por lo ocurrido, explicaron que lograron sacarlo con vida, incluso él estaba consciente, pero estaba muy golpeado. Le entablillaron la pierna que tenía más fractura y lo sacaron en una hamaca, pero por lo inaccesible y lejano del camino, no resistió.
"Esto es como todo trabajo donde siempre va a haber riesgos, pero hay que arriesgarse, pues es la forma de llevar dinero a nuestras familias".
CASI UNA TRADICION
Los mineros aseguran que desde el tiempo de los españoles el área era explotada, ellos hacían muros de piedra para la seguridad.
Los mineros de Villalobos no utilizan maquinarias para extraer el recurso para no perjudicar el ambiente.