Vender plantas medicinales ha sido para Oscar López, de 33 años, algo trascendental. Nos cuenta que desde muy chico, a la edad de 11 años, se ha dedicado junto a su madre, Maximina Salazar, a esta actividad, que aún continúa realizando; pero ya no a su lado, porque ella aún conserva su añejo negocio. Convertido en hombre, casado, con tres hijas de 14, 9 y otra de 6 años, no le quedó más opción que colocar su propio puesto de plantas en la 5 de Mayo.

Aunque dice que su compañera sentimental, quien trabaja en El Campeón de Los Andes Nº2, le ayuda mucho con los gastos de la casa.

Desde las ocho de la mañana su negocio está en pie, hasta las seis de la tarde. Con sus veintidós años de experiencia en este negocio, afirma que las hierbas que la gente más busca es la ruda, que según él, sirve para la suerte, el despojo y dolor de oído, todo a un costo de 25 ó 30 centavos la ramita.

Dice que estas plantas que provienen del interior del país las compra en los mercados de abastos. Además, vende cola de caballo para la inflamación; raíz salsa parrilla, que sirve para la mala circulación y el canelón que le recomienda a los hombres para levantar el apetito sexual.

Habló también del eucalipto para los resfriados y la tos; además, acotó que es una hierba buena para el dolor de estómago y los gases.

Igualmente, explicó que nunca falta en su puesto la raíz de valeriana para el insomnio y los nervios de las mujeres.

Las ganancias que Oscar saca de las ventas de plantas están entre B/.25.00 a B/.35.00 diario, sustento que le alcanza para mantener a su esposa y sus hijos.

Oscar le da gracias a Dios porque las autoridades jamás se han metido con él, a pesar de que se han dado muchos problemas con el desalojo de buhoneros en la 5 de Mayo.

Dice que toda la gente que pasa por su negocio lo conoce desde que vendía plantas medicinales con su madre. Agrega que hay muchas personas que están desempleadas, razón por la cual aún guarda las esperanzas de que este Gobierno haga algo para disminuir esta problemática.

PENSAMIENTO

Oscar no tiene quejas, sólo le pide a Dios que siga llenándole de bendiciones a él, a su familia y a todos sus semejantes.