Sólo fue un susto. La falta de mantenimiento y la irresponsabilidad al volante casi ocasionan un accidente.
Un fuerte ruido hizo voltear la cabeza a quienes se encontraban en la entrada de El Parador, se trataba de un taxi que había perdido una de sus ruedas delanteras y no pudo frenar, por lo que siguió su curso mientras botaba chispas un hierro que hacía contacto con el pavimento. Increíblemente, el taxista pudo mantener el control del vehículo y luego lo ubicó a un lado de la calle.
Unidades policiales que se encontraban en los alrededores se acercaron al conductor, y descubrieron que éste conducía bajo los efectos del alcohol y que tenía su licencia vencida.
Aún así, el conductor del taxi accidentado, con placa 8RI-747, Emilio Fernández, aseguró que él sólo había salido a trabajar y que no esperaba que algo así le sucediera. Ninguna persona resultó herida. El vehículo sufrió daños en la carrocería, mientras que el conductor fue sancionado por las infracciones cometidas.
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