Los Reds avanzaron con marcador global de 5-3, luego del empate 1-1 en el partido de ida la semana pasada en el estadio Emirates de los Gunners.
El Liverpool apeló ayer, de nuevo, al factor Anfield y al tándem mágico formado por el imparable Fernando Torres y Steven Gerrard, para meterse por derecho en las semifinales de la "Champions" y frustrar, al mismo tiempo, las ilusiones europeas del Arsenal de Arsene Wenger.
La potencia y la organización del conjunto londinense no fueron suficientes para silenciar a "The Kop". El embrujo europeo del Liverpool volvió a sentirse en el legendario estadio para dar alas a sus jugadores y castigar a Wenger, cuya meta truncada en el continente comienza a ser una constante.
Fue otra noche mágica en un estadio que tiene voz propia. El factor Anfield, ese elemento que define partidos en situaciones adversas, hizo su aparición estelar y la tensión se palpó desde el arranque de un partido teñido de rojo, el color del club anfitrión.
Y ese momento no tardó. A los trece minutos de juego, el francés Abou Diaby sacó por la derecha un disparo que se coló en las mallas de Pepe Reina, luego que el meta español dejó demasiado espacio en la izquierda de la portería.
Los anfitriones no se quedaron atrás y cuando se jugaba el minuto 30, Sammy Hyypia igualó para irse con el empate parcial al descanso.
Reanudada las acciones del segundo tiempo, apareció "El Niño" Fernando Torres al minuto 68, para poner arriba a los rojos y a los 83 fue Emmanuel Adebayor quien la enterró en las redes para volver a poner la paridad. Sin embargo, cuando todo parecía ser un verdadero dame que te doy, Steven Gerrard cobró bien un penal a los 85 para volver a celebrar y en el último instante Ryan Babel para hacer vibrar de emoción el Anfield.
ESTADISTICA
Los "reds" alcanzaron su tercera semifinal continental en los cuatro años que lleva el español Rafa Benítez en el banquillo.