Un bombero completo. Cuando de cocinar se habla quien queda virando las ollas es Guillermo Santana, quien es bombero de la Guardia Permanente del Cuartel Federico Boyd en Juan Díaz.

Al llegar a su lugar de trabajo un olor a arroz nos abrió el apetito y era que Guillermo estaba cocinado el domingo en la mañana. Rápidamente sofreía un arroz, salcochaban unos frijoles y picaba cebolla y pimentones. Los demás compañeros adujeron que todos cocinan, pero quien es un experto en el arte culinario es Guillermo.

Él contó que su padre era el cocinero de los bomberos y que sus hermanos son bomberos, por lo que no dudó en convertirse en camisa roja. "Puede ser que heredé de mi padre el sazón para la cocina, pero trato de hacerlo lo mejor", manifestó. Ese día tuvo que dejar de cocinar para ir a un llamado.

El bombero manifestó que se hincha su corazón cada vez que sale a enfrentar las emergencia, porque sabe que trata de ayudar a personas que están en apuros.

Él permaneció cinco años como bombero voluntario y actualmente tiene cuatro años de pertenecer a la Guardia Permanente. Sus inicios los hizo en la sección de electricidad en el cuartel de Plaza Amador, ubicado en El Chorrillo. Ahora es operador y conduce el carro de extinción del cuartel Federico Boyd.

Él vive en el corregimiento de Juan Díaz y para el representa una ventaja, porque a la hora de ir a la calle se sabe los lugares. Sus amores son su esposa y sus dos hijos a quienes trata de aprovecharlos en sus tiempos libres.

Una de las experiencias que recuerda es una vez cuando se prendió un horno en una fábrica de vidrio por Los Nogales, ese día la labor fue ardua, pero al final dijo que pudo apagar aquel fuego.

CONSEJO

A los futuros bomberos que tienen que tener voluntad propia en todo lo que hagan.