Un año después de que una estatua de Saddam Hussein fue derribada en una plaza céntrica de Bagdad como indicio de su caída, los infantes de Marina de Estados Unidos combatían contra musulmanes sunitas al oeste de la capital, y fuerzas de la coalición se enfrentaban a un levantamiento chiíta en el centro y el sur del país. En el aniversario de la toma de Bagdad, Iraq continúa en pie de guerra.
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