La demolición de seis locales de los chinamos o buhoneros ticos, y también panameños, provocó que ardiera la frontera de Paso Canoas con quemas de llantas y colocación de chatarras, acción que impidió el tráfico del transporte internacional por más de cinco horas.
Esta fue la acción de protesta que usaron más de 200 personas que temen ser desalojadas del sector fronterizo en Paso Canoas, luego de que el alcalde de Cantón de Corredores, Gerardo Ramírez, enviara una retroexcavadora para destruir los puestos de los buhoneros sin previo aviso.