Quiere surgir por sus propios medios. Con ese pensamiento, Viviana Madrid, de 23 años, se "lanzó al ruedo", como decimos en buen panameño.

En vista de que no conseguía un empleo, hace unos años Viviana decidió dedicarse a vender productos en los buses, hasta que ahora ha logrado establecer su puesto de venta de pastillas y golosinas junto a una carretilla de "hot dog", empanadas y chichas en el parque Porras, avenida Perú.

Allí tiene poco más de un año de estar laborando. Hasta el momento, a Viviana le ha ido bien, pues con lo que a diario se gana le alcanza para mantener a sus dos hijos de 3 y 1 año.

Su faena, aunque un poco agotadora, es desde las 7:30 de la mañana hasta las 5:30 de la tarde, cuando se retira a su residencia ubicada en Santa Marta, San Miguelito. El puesto donde trabaja es propiedad de otra persona.

Le gusta su trabajo porque, además de mantenerse en movimiento, se relaciona con las personas, conoce a mucha gente y cada día aprende nuevas cosas.

Aspira tener un negocio propio que pueda administrar, ya sea un restaurante o cualquier otro donde pueda surgir como microempresaria.

SU SECRETO

"Mantengo mi fe en Dios para seguir adelante, si no lo hago es como si estuviera sola", dijo Viviana.