A eso de las 9: 00 de la mañana, unos 60 residentes de Las Guías de Occidente, en Río Hato, decidieron cerrar por una hora la vía Interamericana. El motivo era claro, estaban molestos porque el empresario Richard Cruset había cercado, por cuarta, vez la servidumbre que ellos utilizan para dedicarse a la pesca de subsistencia, en la playa conocida como Sea Cliff.

A pesar de que existen leyes que lo impiden y un proceso legal que hay que respetar, el empresario asegura con documentos que la servidumbre es privada y por eso la cercó.

Al área llegó el alcalde de Antón, Roger Diber Ríos, quien mantiene una demanda por extralimitación de funciones por parte de Cruset y luego de intensas conversaciones con los residentes molestos, logró que despejaran la vía, que había ocasionado un severo tranque vehicular, y se comprometió inmediatamente a derribar la cerca, pero con el apoyo de la Policía y el corregidor de Río Hato.

Una vez llegaron al área, el corregidor, junto a su secretaria, el Alcalde y la Policía, procedieron a derribar la cerca que impide el paso libre a la playa, mientras del otro lado, en la finca de Cruset, estaba su esposa muy enojada hablando por el celular, denunciando que había sido agredida minutos antes por la señora Zayra Rodríguez, quien fue conducida por unidades policiales, mientras cargaba un martillo y vociferaba, exigiendo justicia para los pescadores.

LO BUSCAN

El alcalde ordenó la captura de Cruset, ya que considera que ha actuado contra la Ley en varias ocasiones.