Sólo desean limpiar su imagen y sus nombres ante la sociedad.
Un grupo de educadores y residentes de Penonomé protestó frente a la Corte Suprema de Justicia para exigir justicia a las dos maestras que fueron condenadas injustamente por la Sala Tercera Penal por violación carnal.
La defensora de las docentes, Guillermina McDonald, explicó que consiguieron las pruebas que el Ministerio Público no quiso buscar, por lo que las presentaron ante los magistrados de la Corte para aclarar la situación.
Debido a este caso, los maestros de Pre Kínder y Kínder del Centro Educativo Santo Domingo, donde laboraban las docentes, evitan tocar a un niño cuando se hace sus necesidades en los pantalones y prefieren llamar a los padres para que lo lleven a su casa.