Siguen aguantando hambre
Casi no hablan, cada palabra que pronuncian sus labios son un gran esfuerzo. (Foto: Miguel Cavalli / EPASA)

Helkin Guevara | DIAaDIA

¡Para lograr grandes victorias se necesita de grandes sacrificios! Y eso es lo que están haciendo Raúl Murrieta, de 62 años, y Mirisina Ubillus, de 48, al continuar por octavo día consecutivo, con una huelga de hambre, exigiendo que se haga efectivo el pago de sus salarios caídos, a pesar del palpable deterioro corporal en que se encuentran.

Los huelguistas, casi a la intemperie, no pudieron dar declaraciones, por su delicado estado de salud, pero la realidad habla por sí sola. Durante todos estos días no se han podido bañar, así que se han aseado con paños húmedos; hacen sus necesidades en vasinillas, mientras son cubiertos con tapetes.

En las noches se quedan sin luz eléctrica y ni siquiera tienen facilidad para conseguir agua potable.

Otro problema es la lluvia de estos días, ya que fácilmente les puede traer una enfermedad. Todas estas y otras dificultades han dado como resultado un lamentable estado de salud para estas personas y advirtieron que persistirán con esta medida el tiempo que sea necesario, para reclamar el pago de sus salarios caídos por la Ley 25.

Según el Gobierno, lo que se les adeuda son 5.6 millones de dólares, sin embargo, ellos, los manifestantes alegan que se les deben 40 millones.

Edwin Salamín, vice ministro de trabajo, conversó con estos ex funcionarios y al igual que el defensor del pueblo se comprometió a mediar con el jefe del Ejecutivo.

Todo este ambiente de protesta se refleja con grandes pancartas en los predios de la Presidencia de la República y ante la mirada perpleja de cientos de turistas que a diario visitan el Casco Antiguo, y que no dudan en llevarse un "recuerdito" de Panamá: una foto de los huelguistas.

SALUD

Estas personas presentan debilidad general y mucha deshidratación.

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