Extender una mano a quien lo necesite es más que un trabajo; se requiere de mucha fuerza de voluntad y sencillez para tratar con indigentes, enfermos o farmacodependientes que deambulan por la ciudad capital.

Elda Pérez, de 28 años, es una mujer de mucho tacto humano, y ha tomado la decisión de servir a este grupo tan despreciado por la sociedad civil (indigentes), por lo que hace poco ingresó al grupo "Rescate Ciudadano" del Municipio de Panamá.

Pérez señaló que estas personas son seres humanos y se merecen una oportunidad para integrarse a la sociedad. Dijo que su equipo de trabajo se dedica a recoger a las personas que han hecho de las calles su techo y que han sido abandonadas por sus familiares.

También les brindan primeros auxilios, buen trato y, más que policías, son sus amigos, a tal punto que muchos indigentes los conocen, aunque todavía muchos apenas los ven salen en estampida; pero con el trato que les dan, esta realidad cambia.

Esta rescatista dijo sentirse bien con su trabajo, pues está convencida de que lo que hace será recompensado por el Todopoderoso. Añadió que ésta es una labor social muy peligrosa, pero que vale la pena ejecutar.

Elda Pérez es supervisora de la Policía Municipal. De su formación académica, expresó que es Bachiller en Educación para el Hogar. Tiene un hijo de un año y medio llamado Edwin, por quien lucha sin descansar.