Quedaron en la calle. Los conflictos que conllevan vivir en un barrio violento y la falta de trabajo, han dejado a una madre y a cuatro de sus seis hijos en la calle, literalmente.
Iliana Porras vivía en un cuarto de la barraca conocida como La Macarronera, de El Chorrillo, junto a sus seis hijos, pero los conflictos de uno de sus sobrinos con miembros de bandas, la obligaron a salir de allí.
Hace ocho meses, a raíz de la muerte de su sobrino, hubo amenazas contra la familia, pues los asesinos pandilleros que estaban presos, mandaron a los que no estaban, a matar a uno de los familiares, como señal de venganza.
"Una mañana, desperté y escuché a unos hombres afuera de mi casa, hablando de que me iban a matar; yo les grité mátenme si me van a matar, pero ya el gobierno sabe, con nombres y todo", contó Iliana.
Luego de este episodio, el temor de que ella o uno de sus hijos perdiera la vida, la hicieron tomar la decisión de marcharse del lugar.
Junto con cuatro de sus hijos, pues dos fueron a vivir con la abuela paterna, se mudó a una pensión. Vendiendo chorizos y algunas de sus pertenencias, pudo pagar a duras penas, los B/.10.00 dólares diarios, pero le robaron su equipo y ahora no tiene nada.
Como se le acabó el dinero, debía varios días de alquiler en la pensión, por lo que ayer sacaron sus pertenencias del cuarto y le impidieron entrar. Aún en la tarde de ayer, Iliana todavía estaba buscando dónde dormir y llevar a sus hijas.
REALIDAD
Tiene seis hijos, no tiene dinero ni dónde quedarse. Para poder comer ayer, tuvo que pedir prestado.
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