Es una profesión de sacrificio. No sólo tiene que trabajar en un área de difícil acceso, sino que también está alejada de su familia.
Abis Ramos labora hace tres años en la escuela multigrado Santa Cruz de Chinina, sede de Torín, ubicada en el distrito de Chepo. Ella ejerce funciones como directora de primaria y telebásica, maestra de grado, además de administrar el Fondo Educativo de Calidad de la Educación (FECE) y hacer "de todo un poquito en la escuela", explicó.
Laborar en una escuela multigrado no es difícil si hay organización, lo malo está cuando la cantidad de estudiantes es mayor a la debida. Y es que actualmente, en el salón de clases, hay 34 estudiantes; sin embargo, aún faltan otros por llegar. Esto impide que el educador le dedique el tiempo necesario al alumno, pero Abis imparte sus clases con amor.
"El trabajo con los niños es gratificante, aunque un poco cargado, pero es para el futuro de ellos y se hace con todo el cariño que se pueda", expresó.
"La idea es atenderlos a todos y tratar de que reciban una buena educación, en conjunto con los papás, de quienes he recibido mucho apoyo, son muy cooperadores", afirmó
LEJOS DE TODO
La educadora alquila una casa cerca de la escuela, pues ella es oriunda de Ocú, en la provincia de Herrera, por lo que contó lo difícil que es vivir alejada de su familia, ya que a pesar de que su esposo también trabaja como educador en Chepo (Río Lagarto), no lo ve mucho, siendo lo más duro de todo el estar alejada de su bebé de un año y seis meses. "Viajamos una vez al mes para ver a mi niño, el periodo que puedo estar más con él es en las vacaciones y a fin de año".
El menor está a cargo de la abuela. "Cada día de por medio llamo para saber cómo está, para ello, debo subir una loma", dijo un tanto melancólica, pero satisfecha por el trabajo que desarrolla.
CONSEJO
"La educación es buena, pero podría ser mejor si hay otro docente", expresó.