El polvorín, producto de un camino de tierra, cubría a quienes se transportaban hacia la comunidad de La Lagartera en La Chorrera. Es una comunidad donde las necesidades saltan a la vista, pero con todo y eso, los niños y niñas tienen ganas de estudiar y superarse.
El reloj marcaba las 9: 55 a.m. cuando DIAaDIA, junto a miembros de la Iglesia de Jesucristo de Los Santos de los Últimos Días, llegó a la escuela de La Lagartera. Allí, un grupo de pequeñines, junto a sus madres, esperaban ansiosos para recibir las donaciones prometidas.
Y es que esta fue la tercera comunidad escogida para la entrega de bolsas con útiles escolares, entre los que destacaban 3 libretas de espiral, lápices de colores, regla, lápices, tijera y sacapuntas. No pasó mucho tiempo cuando de mayor a menor, todos se acomodaron en fila para recibir su parte.
Los rostros se iluminaban al ver que, quizás a diferencia de otros años, tenían los útiles necesarios para iniciar las clases.
Entre esos pequeñines estaba Melvis Bonilla, de 7 años, quien a pesar de su discapacidad, no borra una enorme sonrisa de su rostro. Y es que una de las principales necesidades que tenía el niño era una silla de ruedas para transportarse, porque se tenía que arrastrar, pero durante la visita de miembros de esa iglesia y de DIAaDIA, se le llevó una y de inmediato aprendió a usarla. Mientras tanto, Eneida Martínez, su madre, lo miraba orgullosa.
Melvis, al igual que el resto de los niños, se marchó a casa satisfecho y hasta con el estómago contento con los refrigerios que recibieron.
APOYO
Las donaciones se hicieron junto al programa de los mormones "Manos que Ayudan".