¡Qué lindo es el folklore panameño! Las tradiciones y bailes trascienden de generación en generación conservándose con celo en las regiones de la campiña interiorana.
Precisamente una de las costumbres es la confección de sombreros, en donde durante años los abuelos le enseñan a sus nietos las técnicas para confeccionar tan hermosas obras de arte.
DURACION
Algunos de los sombreros típicos nacionales son confeccionados con la palma de cogollo. Lleva en su elaboración días y hasta semanas.
NO ES TAN SENCILLO COMO PARECE
El proceso puede parecer sencillo; sin embargo, no lo es, al tener en cogollo se procede al sacar algunas de las ramas posteriores; a esto con una cuchilla se empiezan abrir, los bordes verdes no se utilizan. Se raspa la cabeza del cogollo y se saca el centro.
OTROS ELEMENTOS
Ya cuando tiene el cogollo lo mete en una olla y le añade trozos de jabón de barra amarillo. Déjelo por cuarenta y cinco minutos hasta que hierva.
Finalmente, se saca el cogollo y se mete en agua limpia hasta el día siguiente. Después, guíndelo en una rama para que tome sol. Cuando está seco, se deshojan las pencas, para nuevamente colocarlas al sol por dos tres días.
OTROS CONSEJOS
Déjelo serenando por dos noches (esto es opcional). De ahí, comienza el trabajo de confección. Al finalizar todo este proceso, es importante escoger los cogollos; para los sombreros finos, se seleccionan los de color amarillo muy claro, ya que estos mantienen su color por más tiempo, mientras los del cogollo blanco se descoloran fácilmente. El resto se utiliza para confeccionar sombreros de trabajo.
MANOS DEDICADAS
Luego es cuando empieza el trabajo de la artesana realizando el tejido de la trenza. Primero se teje la plantilla que es la parte superior, luego se hace la copa y se finaliza con el ala. Los sombreros finos llevan de diecisiete a veinte vueltas y los de trabajo de once a catorce.