Regularmente, cuando los pequeños se resfrían, no saben escupir la flema y esto alarga la recuperación. Para ayudar a expulsar la flema, debe picar una cebolla y colocarla en un colador. Luego, rocíele 3 ó 4 cucharadas de azúcar, coloque el colador sobre un recipiente y tápelo. Deje la cebolla así durante una noche y dele una cucharada en la mañana o en la noche; de este modo, la flema será eliminada con las heces.
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