Durante la preñez de las gatas hay que alimentarlas más que antes, y darles comida más nutritiva.
Durante los meses de embarazo, ella es muy activa, sólo hay que vigilarla para que no se golpee.
En los últimos días, no es recomendable bañarla, y hay que tener cuidado si cultiva ruda, no deje que se acerque mucho, ya que podría masticarla, y le provocaría un aborto.
Para que esté cómoda y tenga un lugar cálido, se puede tomar una caja y ponerle papel de diario, y arriba una frazada o trapito, que también sirve para el parto; y si está escondida, o en un lugar discreto, le gustará más.
Traten de alejarla de los gatos del barrio, pueden provocar que pierda sus crías.
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