¿Le apetecería comer un rico mono guisado? Quizás su respuesta sería no, pero hay alguien que lo considera su plato favorito.

Esa es Eugenia Valencia, quien reside en el corregimiento de Chinina, en Chepo. Y es que a esta señora de unos 105 años le encanta degustar este inusual manjar. Según ella, es el secreto de su longevidad.

La señora es una indígena colombiana que llegó a Panamá cuando tenía seis años; vivió un tiempo en Darién hasta que se radicó en Chinina Arriba. Con el pasar de los años perdió sus documentos; sin embargo, sus familiares aseguran que, según los cálculos, debe tener 105 años.

Eugenia afirmó que en su vida sólo tuvo dos "novios": el primero fue el papá de sus nueve hijos.

Ella es una persona muy activa y a pesar que hace años sufrió de cáncer de mama y le hicieron una mastectomía, no ha sido impedimento para que todos los días se levante a las 5:00 a.m. a recoger agua y "tirar machete".

SU PASION

Ella está lúcida y no dudó en decir que le gusta bailar "bullerengue", que todas las mañanas va al pozo a recoger agua y su gusto por el primate.

"Desde joven me gusta comerlo, yo pelo el coco, lo rallo, lo exprimo, pelo el animal, lo condimento y lo pongo en el fogón", explicó, al tiempo que agregó que lo acompaña con plátano cuadrado.

Todos en el pueblo saben el gusto de la señora, por tal razón, cuando pueden le consiguen el producto. "Oiga usted, no me puede guardar un mono de esos", les dice Eugenia, quien luego de prepararlo les da a probar a todo el que quiera.

LONGEVIDAD

Eugenia afirma que el secreto de llegar a los 105 años se debe a que come mono guisado con plátano cuadrado.