Hola Moza, te escribe una señora que ya no aguanta a sus hijas. Estoy casada con un buen hombre y tenemos dos hijas, una de 21 y la otra de 19 años. Cuando mis pequeñas estaban en la adolescencia, siempre se portaron bien, pero ahora que están en la universidad se han vuelto rebeldes, ya no aguanto sus groserías y sus frescuras. Desde que la primera inició en dicho centro de estudio, cambió: llega tarde a casa, se la pasa en las discotecas y a cada rato se va para la playa con sus amigos, a quienes no conozco. Lo peor es que ahora que su hermana entró a la "U" hace lo mismo. No sé qué decirle, porque me insultan y me dicen hasta de lo que voy a morir. Moza, mi esposo y yo le dijimos que estamos pensando no pagarle más los estudios, ya que todo el dinero que le damos se lo gastan en ropa, discotecas y paseos. Nos han amenazado que si no le pagamos los estudios se irán con sus amigos que sí las comprenden. Esto me tiene mal porque no escuchan a nadie, ni a su padre, que siempre ha sido muy bueno con ellas. Moza, estoy desesperada porque esto se me ha salido de las manos. Tristeza
PONGANSE DUROS.
Amiga, tú y tu esposo deben poner mano dura con esas muchachas. Ellas no tienen derecho a exigirle nada a ustedes. Por lo que veo, esas amistades no son nada bueno, ya que me cuentan que anteriormente no eran así. Déjame decirte que tus hijas necesitan un escarmiento: quítales el dinero para ver qué van a hacer.
Si se van de la casa, eso es asunto de ellas; verás que se darán cuenta de que sus amigos no las recibirán en sus casas. Tienen que madurar.
Por otra parte, date a respetar; ellas no tienen por qué amenazarlos. Es más, deben darle gracias a Dios por tener padres responsables como ustedes. Con el dolor del alma, lo mejor que deben hacer es tratarlas duro.
No se dejen chantajear más. Ustedes están cumpliendo. Llegará mañana y se darán cuenta de que están equivocadas. Si no quieres hacer nada de lo que te he dicho, entonces conversa con ellas para ver qué resulta. Hagan un trato.
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