Sandrita es la primera hija de este matrimonio. Tiene una hermana de nueve años. (Foto: Viola Guevara / EPASA)
Viola Guevara Gallimore
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Un milagro de vida. Luego de 14 días de estar hospitalizada, Sandra Osorio, la niña a la que le realizaron un trasplante de riñón, fue dada de alta.
Aunque no es asegurada, esta pequeña de 13 años fue operada en la Unidad de Trasplante Renal del Complejo Hospitalario de la Caja de Seguro Social (C.S.S.). Luego fue trasladada al Hospital del Niño (HDN) el pasado martes y ayer la mandaron para la casa.
Afuera del hospital, la esperaba un radiante sol, el cual no veía desde hacía tiempo. Su padre, el señor Alberto Osorio, no cabía en su pellejo de tanta felicidad.
Cuando salió Sandra, una gran sonrisa resplandecía detrás de la mascarilla que utilizaba.
Confesó que lo primero que iba a hacer cuando llegara a su casa era comer. Y detalló que sueña con un plato de arroz con lentejas y carne guisada.
FUERON MOMENTOS DIFICILES
El padre contó cómo comenzó esta historia, que "Gracias a Dios" tuvo un final feliz.
Sandra comenzó a presentar problemas hace dos años. Su hemoglobina decayó hasta un nivel de ocho. Esto sucedió durante su quinto grado de escuela primaria, el cual no logró terminar por los desmayos que sufría, pero sus profesores aceptaron evaluarla hasta el tercer bimestre, que fue hasta donde llegó.
La pequeña de 13 años pasó por todo tipo de exámenes de sangre y no daban con la causa del problema.
Una doctora aseguró al padre que la niña tenía falta de la vitamina (hierro) y le mandó medicinas y hasta unas ampollas.
Después de esto, el señor Alberto decidió ir a otro galeno, porque la pequeña no mejoraba. Fue entonces cuando le realizaron un examen de orina que reveló el problema. Inmediatamente los doctores la conectaron a los aparatos especiales.
Cuando el galeno anunció que había que hacerle un trasplante, su madre no lo pensó dos veces y se hizo los exámenes para ver si eran compatibles.
Su padre confesó que fueron muchos fines de semana que tuvo que viajar de Chitré a Panamá, hasta instalarse en la casa de un familiar en la que deben quedarse, mínimo seis meses, porque ahora "Sandrita" debe someterse a citas semanales.
Esta pequeña aseguró que aunque tenga que tomar medicamentos para toda la vida, es feliz, y dijo con júbilo: "Yo volví a nacer, Dios y mi madre me dieron esta oportunidad y ahora tengo que cuidarme". Hasta comentó que ahora tendrá dos cumpleaños, el 1 de diciembre, cuando nació, y el 1 de abril cuando fue operada.
El doctor Alberto Bissot, director médico del Hospital del Niño, explicó que la niña está en buenas condiciones y que ahora deberá cumplir con todas sus citas para que todo siga marchando bien.
NUNCA SE SUPO
El señor Alberto explicó que nunca supieron la causa del mal del riñón, pero hoy están felices.