Las dificultades económicas y la pobreza extrema no han frenado a algunos indígenas de la etnia Ngöbe Buglé que ya no quieren ser simples cosecheros, sino productores de café de alta calidad.
Ignacio Palacios Rodríguez tiene un cultivo de café de la variedad caturra y veranera, que está creciendo bajo la sombra de árboles maderables como cedro, níspero y caoba.
Tiene 10 mil 450 plantones sembrados y unos 7 mil árboles ya están en plena producción.
Es un agricultor que comenzó a sembrar café en el 2000 y ahora 10 años después ha logrado cosechar 17 quintales del grano que es vendido en el mercado nacional y local.