"Fresca como una lechuga". Este dicho es conocido y utilizado comúnmente por los panameños; porque la lechuga es una legumbre que necesita mucha frescura para mantenerse verde y conservada. Así que cuando la va a servir, lo mejor es que proceda a cortarla con las manos, ya que el acero del cuchillo afecta y provoca un color oscuro. De este modo, evitará que la lechuga obtenga ese desagrable color.