Los hijos no vienen con un manual para que sus progenitores sean buenos padres. En esta vida todos cometen errores y los padres no están exentos de esto. Uno muy común es que la mayoría de las veces no están conformes con lo que hacen o han logrado sus hijos, provocando en algunos casos un sentimiento de frustración, muchas veces sin querer. Para algunos padres, exigirles a sus hijos lo ven como un deber y a veces no ven el límite, pues ellos sólo buscan el bien, pero a veces se exceden.

En algún momento de la vida, los hijos también deben tener actitud y madurez suficiente para ponerle un alto a las constantes críticas de sus padres. Lo que debe hacer en estos casos es:

Haga saber a sus padres su posición. Dígales que usted aún los ama, pero que no seguirá siendo la víctima de sus críticas.

Que dirijan esta mirada acusadora y denigrante, y que descubran sus propios defectos. Hágales saber que está dolido por todas las cosas que le han dicho, pero sabe que es un error suyo.

Deje en claro que usted deseaba su aprobación, pero que ahora entiende que no la necesita y que tomará sus propias decisiones.

Dígales que está abierto a cualquier consejo, pero que no se siente obligado a seguirlo.