Un Real Madrid flojo y falto de ambición, perdió la segunda plaza hasta ahora compartida con el Valencia, al empatar ante un Getafe que, pese a presentar el once más ofensivo de la temporada en el Coliseum Alfonso Pérez, no fue mejor que su rival y acusó la falta de puntería de sus delanteros. Del desastre blanco, sólo se salvó Julio Baptista.
Se esperaba una reacción de los madridistas, tras el tirón de orejas de su presidente Fernando Martín, pero no llegó y volvió a cosechar un empate.
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