Se puede decir que la propina es una muestra de gratitud por algún servicio brindado. Hay que tener claro que el tema de la propina va a depender del país en que se encuentra, pero de ninguna manera es una obligación, aunque hay lugares que la incluyen en el costo del servicio que ofrecen. Para que sepa más, lea los siguientes consejos.
Si usted acude a un restaurante y no cree que le hayan atendido bien, no tiene por qué dejar un céntimo de propina. Ahora bien, si considera que las atenciones han sido buenas, puede dejar un importe. - Lo mismo ocurre con otros muchos servicios: el botones que sube las maletas al hotel y el chico del supermercado que le lleva sus compras.
- Con el aumento de los servicios a domicilio, casi todos los repartidores son "objeto" de su propina, siempre que lo considere oportuno. Usted mismo es el que debe valorar el servicio. Un ejemplo claro es ese repartidor impaciente, que aporrea la puerta o quema el timbre con el dedo. Si eso le molesta, la mejor expresión es no darle propina.
- No utilice ese montón de monedas de pequeño importe, para dar la propina.
- Recuerde que la propina es un gesto de gratitud, de cortesía, no de caridad. No se puede ofender con el importe de la propina ni con la forma de darla. Debe ser un momento discreto, nada de exhibicionismo.
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