Hoy la saloma campesina del azuerense se escuchará más allá del Cerro Ancón, pues un hijo de la campiña interiorana, monseñor José Domingo Ulloa, será el nuevo arzobispo de la República de Panamá.

La población herrerana y santeña se encuentra muy regocijada por esta nueva designación de la Iglesia católica, pero los más orgullosos son sus familiares.

Mariela Ulloa, hermana de monseñor Ulloa, cuenta que desde hace mucho tiempo, en su interior había algo que le decía que su hermano iba a ser alguien muy importante dentro de la Iglesia, y por ello este nuevo cargo no la tomó por sorpresa.

Cuenta que en la niñez, ellos estudiaron en la Escuela de Macaracas, pero el fin de semana que llegaban a Llano Piedra, donde inicialmente habitaban, lo primero que hacía monseñor José era tirar la bolsa de la escuela y se dirigía de inmediato a rezar a la iglesia.

"Somos tres hermanos, todos diferentes, pero nuestra familia siempre nos inculcó ir a misa, a rezar al acostarnos, pero José era diferente, en él notábamos que era algo más profundo", expresó su hermana.

Según la hermana de Monseñor, su madre, la señora Clodomira Mendieta, le ha manifestado que monseñor José se encuentra muy sereno y sobre todo contento, a pesar de todos los compromisos que ha tenido durante todos estos días previos a la celebración.

Sus familiares en Llano de Piedra y Macaracas estarán viajando en buses a la ciudad capital, al igual que amistades de la región chitreana.

Para la familia, no sólo es un orgullo para ellos sino para todo el pueblo panameño y, por ello, finalizaron señalando que están muy agradecidos por todas las felicitaciones recibidas, y solicitan mucha oración para Monseñor, quien tendrá la responsabilidad de dirigir a la Iglesia católica del país.