Hoy continuamos con la campaña cívica de DIAaDIA, como antesala a las próximas elecciones del 3 de mayo, y les presentamos el perfil familiar, social y profesional del candidato a la presidencia de la República, Ricardo Martinelli, por el partido Cambio Democrático.
Desde pequeño decía que quería ser Presidente. La señora Gloria Berrocal de Martinelli recuerda como si fuera ayer cuando nació el primero de sus cinco hijos.
Fue aquel 11 de marzo de 1952, en el Hospital Panamá, cuando ese bebé llegó al mundo y a quien pusieron por nombre Ricardo Martinelli, en honor a su padre.
"Ricardito", como le llama cariñosamente su madre, siempre fue un niño con condición de líder, incluso, mientras estudiaba en el colegio La Salle, en varias ocasiones ella fue citada porque "siempre alborotaba el salón de clases", comentó.
A pesar de que Ricardo y sus hermanos Mario, Analida, Irma y Gloria Esther, se criaron en la ciudad de Panamá, ellos no veían cuándo llegaban las vacaciones para viajar a Soná de Veraguas, lugar de donde es oriundo su padre Ricardo Martinelli Pardini (q.e.p.d). Allí pasaban los tres meses de vacaciones.
"Ricardo disfrutaba jugando con sus amigos, montando a caballo, realizando paseos, bañándose en los ríos y trabajando en la finca de su papá, además de reunirse con las abuelitas del pueblo para que le contaran historias de Soná", contó su madre.
La señora Gloria admite que siempre fue una madre estricta en cuanto a la educación y comportamiento sus hijos. Ella define a Ricardito como un niño ejemplar, recto, honesto, que le gusta ayudar al prójimo y muy trabajador. Es exigente con esto último, lo que a la vez lo convierte en su mayor defecto, pues espera que todo el mundo sea igual.
Como toda madre, a ella le afectan las cosas negativas que dicen sobre él, por eso, asegura que no está loco. "Mi hijo no está loco para nada, está muy cuerdo, capacitado, tiene maestría en Finanzas y es muy inteligente".
Pero, ¿cómo se define el propio Ricardo Martinelli? "Como una persona perseverante y trabajadora, capaz de llevar el éxito que ha tenido en su vida empresarial, a la mayor empresa que existe, que es nuestro país".
Ricardo asegura que no tiene preferencias en la comida, le gusta leer, viajar y esquiar.
En 1978 contrajo matrimonio con Marta Linares, de esa unión nacieron sus hijos Ricardo Alberto, de 29 años, Luis Enrique, de 27, y Carolina, de 20.
Su vida diaria empieza desde muy temprano, pues también debe sacar tiempo para dedicarse a sus empresas y a su familia. Es por eso que cada domingo se organiza una cena en casa de su madre con toda la familia Martinelli Berrocal.
Ricardo asegura que tuvo una niñez feliz. Él recuerda cuando, a pesar de no tener la necesidad de hacerlo, quiso conocer por qué los niños de Soná trabajaban tan duro.
Él iba al mercado con su caja para betunes, dentro llevaba un cepillo y una toallita para limpiar zapatos; poco tiempo después aprendió a vender periódicos, oficio que dejó al darse cuenta que le estaba quitando el negocio a muchos niños que sí necesitaban trabajar para llevar el sustento a sus hogares, contó la señora Emilia García, quien fuera su nana en la provincia de Veraguas.
La señora Gloria ha sido clave en la vida de su hijo y aunque él siempre le comenta todo, al final, es quien toma la última decisión. Sin embargo, ella le aconseja: "Si llega a la Presidencia de la República, "primero que todo, le dé gracias a Dios por haberlo escogido y que le cumpla al país todo lo prometido por él; que siga siendo honesto como siempre lo ha sido", concluyó.