Para evitar que se queme el aceite, le recomendamos que cuando lo ponga a calentar utilice un trocito de cáscara de limón. De este modo evita que se queme. Debe estar suficientemente caliente, pero no debe humear, ya que a temperaturas muy elevadas las grasas empiezan a cambiar. Los alimentos deben freirse en tandas de pocas unidades, de forma que el aceite pueda rodearlos completamente.
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