El primer cónclave del tercer milenio, en el que 115 cardenales procedentes de 52 países elegirán al 265 Papa de la historia de la Iglesia, comenzó ayer en la Capilla Sixtina y la primera fumata fue negra; es decir, ningún purpurado logró los votos necesarios para ser elegido Pontífice.
La fumata negra salió por la chimenea de la Sixtina ( 8:06 p.m., hora en Italia, y 12:00 mediodía en Panamá) a las tres horas y media de haber comenzado el cónclave, en medio de una gran expectación.
Decenas de miles de personas se congregaron en la plaza de San Pedro para seguir el evento en directo.
El humo negro salió por la chimenea durante un buen rato para que no quedasen dudas de que era de ese color.
El Vaticano ya anunció que este año no ocurrirá como en el cónclave de 1978 que eligió a Juan Pablo I, cuando el humo blanco que salió no se distinguió, ya que era de un color grisáceo.
La normativa vaticana estableció que hoy realizarán dos votaciones en la mañana. De no salir un Papa electo, se realizarán dos más en la tarde y una quinta en la noche. El elegido debe obtener por lo menos 77 votos de los 115 cardenales del cónclave.
MISA "PRO ELIGENDO PONTIFICE"
El cardenal Joseph Ratzinger, decano del colegio cardenalicio, ofició la misa "Pro eligendo Pontifice", previa al comienzo del cónclave, en la que dijo que la Iglesia "vive una hora de gran responsabilidad" e imploró a Dios "un nuevo Papa, como Juan Pablo II, que nos guíe al amor de Cristo".
"En estas horas, sobre todo, pedimos con insistencia a Dios para que, tras el gran don del papa Juan Pablo II, nos done de nuevo un pastor según su corazón, un pastor que nos lleve al conocimiento de Cristo, a su amor y a la verdadera alegría", afirmó Ratzinger, considerado en estos momentos como uno de los favoritos para ser elegido Pontífice.
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