Edwin Alberto Tejera Bernal, de tan sólo 7 años, fue a una fiesta de cumpleaños y mientras otro chiquillo le pegaba a la piñata con el palo, casi lo deja ciego. El golpe lo recibió en la frente, ceja y cuenca del ojito.
Como resultado, Edwin casi pierde la vista (estuvo recluido en el hospital regional de Aguadulce y en el Hospital del Niño) y ahora tiene que usar unos lentes especiales, para los que su familia y vecinos reunieron dinero.
Producto de este golpe se le formó una catarata, por lo que fue operado hace 3 meses y está en espera de una segunda operación este 13 de mayo, destinada a implantar un lente intraocular, con el que se piensa puede recuperar la vista en un 50%.
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