Como de costumbre, demostró una vez más ser un hombre muy cauteloso y prudente.
El entrenador holandés del Barcelona, Frank Rijkaard, hizo un llamamiento a la prudencia a su equipo, tras derrotar al Milán 1-0 en el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones, instando a sus jugadores a seguir trabajando y a no dejarse llevar por la euforia.
El holandés se resistió a calificar la victoria del Barcelona como un salto de calidad, aunque reconoció que el 1-0 es un resultado importante para todos, porque lo hemos logrado en un campo complicado y en un partido de mucha tensión.
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