¡Pobres niños! Dos hermanitos de 6 y 8 años sufrían en silencio y vivieron ese martirio, supuestamente, para crear en ellos temor y respeto. Ambos eran maltratados por su cuñado en Las Garzas de Pacora.
Ayer, una llamada anónima alertó a la Subestación de Policía del área y ayudó a detener a Sergio Tulio Quintero, a quien se le acusa de maltratar a estos menores y quemarles su cuerpo con un tizón.
Agapita Tenorio, hermana de los niños y cónyuge de Quintero, negó que se les maltratara. Sustentó que "las marcas que tienen los niños en la piel, se las hacen cuando juegan con un cable tejido con mis dos hijos". Pero luego se contradice al decir que Quintero "les ordena ponerse de rodillas y les pone unas piedritas en las manos como por cinco minutos. A veces, los amarra espalda con espalda".
Agapita dijo que se les castiga, porque no quieren hacer las tareas o cuando no hacen caso. En su defensa, Sergio Quintero afirmó: "no niego que les pegué porque los encontré con la estufa prendida y el niño metió una cuchara en el agua caliente y se la puso a la niña en el hombro. A los dos los cuerié".
Contó que ese día les pegó con un rejo, que él mismo hizo con la cáscara de guácimo. Agregó que "sí los amarré para castigarlos, pero para que me tengan miedo y respeten. No los quemé". Argumentó que fue denunciado por sus vecinos "envidiosos".
"EL CURANDERO"
Así es como se conoce a Quintero en Las Garzas de Pacora, quien es oriundo de Chiriquí y hace trabajos de santería.
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